Sir Matt Busby fue nombrado entrenador del Manchester United tras la Segunda Guerra Mundial, y su política a la hora de fichar, observar y revalorizar jugadores fue clave en el éxito del club los siguientes años. Nunca antes en Europa se había dado tal promoción a la cantera ni se había jugado con una determinación ofensiva tan extrema. Esto llevo al equipo a ganar la Premier League, la Liga inglesa, en 1956 y 1957.
El 6 de febrero de 1958, un año después, el joven y brillante Manchester United regresaba de un partido de las semifinales de la copa de Europa, tras jugar contra el Estrella Roja en Belgrado. Su avión debía realizar una escala técnica en el aeropuerto bávaro de Munich. El infortunio sacudió al equipo y su avión se estrelló contra la nevada pista al tercer intento de despegue, tragedia que hoy se recuerda como el desastre aéreo de Munich.
Veintitrés de los cuarenta y tres pasajeros del avión perdieron la vida, entre ellos nueve miembros del equipo: Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor, Geoff Bent, Liam Whelan. Sir Matt Busby, entrenador, y Bobby Chalton quedaron seriamente heridos. Varios periodistas deportivos también perdieron la vida.
La tragedia conmocionó a un país, sacudió al Reino Unido y a Europa y terminó con el sueño de una ciudad, Manchester. A pesar de que todas las tragedias son dignas de contarse, esta es especialmente cruel: eran los bebés de Busby, un equipo muy joven, eufórico por su victoria en Europa y que regresaban como héroes a su ciudad.
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